Dr. Ángel R. Villarini Jusino

Presidente, OFDP Internacional y Coordinador Académico del Diplomado

Muy buenas noches a todos y a todas, muy agradecido de esta oportunidad de dirigirme a ustedes que espero no sea la última. Me uno a las expresiones, tan apropiadas, de la Profesora Rosa Orquídea del INAFOCAM. Lamento que debido a la pandemia no haya tenido la oportunidad de conocer personalmente y poder estrechar la mano de tantos compañeros y compañeras con las que hemos compartido esta experiencia. Me refiero tanto a los compañeros profesores y profesoras que actuaron de facilitadores como a los profesores participantes del mismo.

Quiero, en primer lugar, destacar la importancia que tiene la experiencia formativa de este diplomado en términos de una forma de atender la situación de pandemia que hemos padecido, y del esfuerzo creativo de parte de los que diseñamos y enseñamos en el diplomado por fomentar una nueva manera de enseñanza y aprendizaje. Tengamos claro que la educación virtual es la educación del futuro y que nos estamos preparando no solamente para lo que pudiera ser un periodo especial, sino que nos estamos preparando para el resto de nuestras vidas.

La educación virtual es la educación del futuro, en primer lugar, porque se ha convertido en el lenguaje con el que más a menudo nos estamos comunicando las personas y, en ese sentido, el dominio de la educación virtual nos acerca más a los estudiantes y permite que nos comuniquemos mejor con ellos.  Para los que somos de edad más avanzada y no nos iniciamos desde jóvenes en esta nueva modalidad, ha sido una buena experiencia a distancia.

La educación virtual es también la educación del futuro porque cada día tenemos más y más claro que la educación debe servir a las necesidades concretas específicas que tienen nuestros estudiantes y las del momento preciso que vive la sociedad en la que les toca vivir y en la que tienen que asumir un rol productivo tanto en el sentido social como en el sentido económico. Es la educación también del futuro porque es la educación que nos permite resolver un dilema en el que históricamente nos hemos debatido: el poder tener cobertura, atender muchos estudiantes, y, al mismo tiempo, poder ofrecer una educación que personalice el proceso. Esa es una oportunidad que nos ofrece la educación virtual,

Por último, me parece que es la educación del futuro porque cada vez vamos a tener que ser más flexibles en términos de cuando las personas están disponibles para educarse. La idea de que para enseñar y aprender todo el mundo tenga que estar al mismo tiempo en un mismo lugar va a tener que ceder espacio. La realidad es que no siempre vamos a poder tener reunida en un mismo sitio a un mismo tiempo a todas las personas y que muchas veces ni siquiera es conveniente hacerlo.

Esta experiencia también nos plantea unos retos en la medida en que la educación virtual es la educación del futuro. En primer lugar, el reto del acceso a la conectividad. Es una de las limitaciones con las que muchas veces tuvimos que operar dentro de los diplomados, ya fuera porque en absoluto no había acceso o porque la conexión no era la adecuada. En ese sentido hay trabajo que hacer para que de verdad podamos mejorar la calidad de la educación virtual, especialmente, cuando se ofrece a distancia.

Otro importante reto lo constituye el que venimos de tradiciones de sistemas educativos muy autoritarios; con eso quiero decir que siempre hemos querido tener todo controlado en términos de las tareas, la disciplina dentro de un grupo. Eso ha obstaculizado el que los estudiantes desarrollen la capacidad para la autodisciplina, es decir, para que no tengamos que estarlos vigilando en su proceso de estudio sino que ellos tengan la capacidad y la responsabilidad de estudiar por cuenta propia. Por eso uno de los problemas que tenemos a nivel mundial es que muchos estudiantes que aparentemente están conectados están en realidad haciendo otras cosas. Por otro lado, estudiante que no hacen las tareas que se les asigna.

La nueva forma de aprender a distancia y con las TIC requiere más auto disciplina, más capacidad de aprender por cuenta propia. Lo cual es importante, que lo desarrollemos en los estudiantes, no solo para que la educación virtual pueda ser más efectiva sino por el hecho mismo del tipo de sociedad de la información y el conocimiento que estamos construyendo.

La única manera que una persona puede ser exitosa es si continúa aprendiendo toda la vida, si continúa innovándose. Está demostrado que hoy día esas son las personas más exitosas y eso requiere también mucha autodisciplina, tomarle el gusto del aprendizaje, acostumbrarse a estudiar sin que nadie lo esté obligando o presionando.

El segundo punto que quiero destacar y con ello felicitar a la maestra María del Rosario García (Charo), y a los compañeros profesores y profesoras que sirvieron de facilitadores, son tres logros fundamentales de esta oportunidad que dio el INAFOCAM a la OFDP para diseñar e implantar este diplomado.

En primer lugar, ha sido una oportunidad para hacer algo que deseábamos, combinar en un mismo diplomado el aprendizaje de instrumentos para la educación virtual con las diferentes materias académicas. Por esta razón los módulos atendían diferente materia académicas, de manera que viéramos que cada materia académica tiene una características especiales para las cuales unas herramientas son más útiles que otras.

Un segundo logro es la manera como estuvieron estructurados los módulos para promover una integración entre lo teórico, las ideas que sirven de fundamento al aprendizaje virtual, con lo práctico, las herramientas para llevarlo a cabo en forma efectiva. Para eso tratamos de reducir la cantidad de material buscando más la calidad del aprendizaje que la cantidad de información de modo que pudiera aplacarse en aula lo aprendido. Aquí la limitante estuvo en el hecho de que los módulos se ofrecieron en forma corrida sin que hubiera un espacio y tiempo entre uno y otro que facilitara tanto ese proceso de aplicación. Mi recomendación en este sentido es qué en el futuro entre un módulo y otro demos al menos el espacio de una semana libre de manera que se permita la asimilación y aplicación de lo aprendido.

Como tercer logro, menciono el acierto de la OFDP de República Dominicana, que con la dirección de Charo se hizo una selección muy cuidadosa de quienes iban hacer los profesores del diplomado y asegurarse que trabajaban como un equipo. Ese trabajo de equipo comenzó con reuniones desde mucho antes de que comenzará el diplomado. Celebramos varias secciones de capacitación exclusivamente para los para los profesores(as) facilitadores de modo que todos estuviéramos en “la misma onda”, hablando un mismo lenguaje, aunque procedíamos de diferentes países, y quizás diferente filosofías educativas. Además, hubo una continua coordinación entre los profesores(as), lo cual daba a cada profesor(a) la oportunidad de ver lo que estaban haciendo los(as) otros.

Por último, quisiera hacer algunas recomendaciones tomando en cuenta algunos aspectos que pudieron limitar que algunos estudiantes lograran mayores aprendizajes. Ya señalé lugar la dificultad de acceso a internet que se le presentó a varios de los(as) participantes. El otro tema tiene que ver con las condiciones de tiempo libre disponible en frente a la jornada de trabajo para poder aprovechar estos diplomados. Siento un gran respeto y al mismo tiempo compasión, en el mejor sentido de la palabra, por esos maestros tan sacrificados que completaban una jornada de trabajo casi a las 6:00 pm y ya a las 6:05 pm estaban conectados en el diplomado cumpliendo con esa obligación, haciendo las tareas, participando en las clases. Realmente los admiro porque hay que tener mucha dedicación para ello.

Pero me parece que es una situación que hay que ver como corregimos. Hay que ver cómo reorganizar y rediseñar el tiempo de trabajo de los(as) maestros para que haya tiempo suficiente de estudio para aquellos y aquellas genuinamente interesados en aprender y mejorarse para servir a sus estudiantes. Es necesario que los maestros estén menos presionados por tantas horas de ejercicio mental, de estar enseñando y estar aprendiendo, pues no hay ejercicio que más agote que el mental.

Agradezco y siento una gran satisfacción de haber trabajado con unos compañeros profesores(as) de diferentes países de una alta calidad que sirvieron de facilitadores. Eso se dejó ver en el diseño de los módulos que hizo cada uno y la atención que brindaban a sus estudiantes.  De igual modo ha sido motivo de satisfacción haber conocido entre los participantes personas, algunas cuyo nombre recuerdo, pero no quiero mencionar para que nadie se sienta excluido.  Siento una gran admiración por este grupo de personas que demostraron que son maestros excelentes, bien preparados en su materia, creativos en las cosas que están haciendo en sus aulas y críticos cuando hacían preguntas sobre algo con lo que no estaban de acuerdo o de lo que dudaban. Ese es el tipo de maestros que necesita el país. Invito a Charo a que trate de que la OFDP de República Dominicana de integre a esos maestros porque con ellos y ellas la OFDP creara liderato educativo para incentivar la transformación del aula y, con ello de la educación dominicana.  Hay en este grupo egresado del diplomado muchos maestros y maestras con ese perfil de maestros que pueden ser maestros no solamente de sus estudiantes sino también facilitadores de otros maestros.

Muchas gracias.

16 de febrero 2022.